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Fue presentado en la Sociedad Argentina de Escritores “Brechas en el espacio tiempo”, nuevo libro de Antonio Las Heras
En un muy concurrido acto, realizado en el auditorio de la Sociedad Argentinade Escritores (SADE) fue presentado “Brechas en el espacio tiempo”, nuevo libro de Antonio Las Heras, publicado por Grupo Argentinidad. El texto está constituido por una serie de relatos – hasta hoy inéditos, algunos de ellos escritos cuando el autor tenía entre 20 y 30 años de edad – que sorprenden por el hecho de que ya en aquella juventud, Las Heras exploraba aspectos que, recién hace poco, la Física Cuántica está indagando. El libro comienza con un detallado prólogo del periodista, crítico y escritor Roberto Alifano, el mismo que durante años acompañara a Jorge Luis Borges en diversas travesías y desafíos poéticos y literarios. La presentación fue realizada por otro destacado autor, como lo es Carlos Penelas, crítico, poeta, ensayista y, en vida del Dr. René Favaloro, el jefe de prensa de la Fundación Favaloro y director del Tribunal d Ética de la entidad. La síntesis de lo expresado por Penelas es lo siguiente: “En estos cuentos el lector hallará el enredo clásico de viaje en el tiempo, asesinatos que son develados en una taberna, sueños, viajes interespaciales, alimañas extrasensoriales y guiños del autor que nos introducen en claves literarias, historias en las cuales encontramos personajes de ficción.99Abordatambién temas que nos llevan a muertes misteriosas, vampiros, realidades paralelas, orden de causa y efecto o, a veces,99la ausencia de ambos. Antonio Las Heras pareciera decirnos en sus breves relatos que nadie está a salvo de cruzarse con entidades no terrenales las cuales interactúan en nuestra realidad. Puede ser en la intimidad de una habitación, a orillas del Nilo, en el Parque Lezama, un pueblo lejano o una isla; una carretera, castillos simbólicos, cámaras funerarias, carpas frente al mar… Quizá sean sombras, seres angélicos, mundos inmateriales, invisibles e incluso voladores. A veces se manifiestan mediante ruidos, oleajes, pesadillas. La mayoría no tiene rasgosdefinidos.9Recomiendo leer estas páginas al atardecer, frente a una ventana. Nadie está a salvo de toparse con algunos de estos seres. Son los sin rostro, entidades
que se cruzan con nosotros. Reitero, sugiero que no lo lea de noche. Por la tarde, con una copa de vino y la ventana cerrada.9Por último: recuerdeque99Aristóteles definió la fantasía como "la facultad de reproducir los datos delas sensaciones en ausencia de los objetos que la habían provocado". Desde Roma, donde se encontraba al momento del acto, el periodista José Andrés Soto – quien conoce a Las Heras desde hace 45 años – envió un escrito que, al ser leído, conmovió tanto a la audiencia como al creador de “Brechas en el espacio tiempo.” El mensaje de Soto dice: “Conocí a Antonio Las Heras cuando él ya había escrito estos cuentos, que acabo de leer cuarenta y cinco años después. Mi primera impresión, que se mantiene, es que se trata de la precuela de lo que Antonio investigó, escribió y vivió después de aquellos juveniles intentos literarios. Por entonces no se usaba la palabra precuela, el neologismo inventado en aquellos años y popularizado recién en este siglo por las series de Netflix…Técnicamente no es una obra literaria escrita para contar los orígenes de la obra principal, pero se le parece mucho. La diferencia es que esta precuela dela obra de Antonio Las Heras fue escrita antes y no después de la obra conocida hasta ahora, literaria pero no ficcional. Si hubiéramos leído estos cuentos cuando fueron escritos, quizá podríamos haber imaginado al Antonio Las Heras que tempranamente inició sus investigaciones de lo extraño y desconocido, para adentrarse luego en lo más extraño y desconocido aún, la mente humana. “Aquella muerte había sido causada por algo que nunca más se manifestó”, relata en el primero de sus cuentos. La máquina del tiempo no tarda en aparecer, y se revitaliza en “El Vuelo hacia el Pasado”. Hay sombras de Sherlock Holmes, lectura de la época enlazada con Ernesto Sábato. No faltan brujas, vampiros, ni desapariciones. Si quieren saber qué andaba pergeñando la mente de aquel jovencísimo Antonio Las Heras, éste libro lo exhibe con transparencia, a pesar del halo de misterio de todos los relatos. Comprobarán,
creo, que aquel muchacho se parece muchísimo al escritor que tienen delante. Es casi una precuela.
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